Brasil advierte que China no sustituirá de inmediato el mercado cafetero perdido en EE. UU. por los aranceles
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La entrada en vigor de los aranceles del 50 % anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump ha encendido las alarmas en el sector cafetalero brasileño. El Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé) advirtió este miércoles que, pese a los esfuerzos de diversificación comercial, China no podrá sustituir a corto plazo el mercado perdido en Estados Unidos, principal destino del café brasileño.
Estados Unidos compra alrededor del 30 % del café exportado por Brasil, equivalente a 8,1 millones de sacos en 2024, lo que representa un tercio del consumo estadounidense. Este peso estratégico convierte al mercado norteamericano en un socio comercial difícil de reemplazar. En contraste, China ocupa el decimocuarto puesto como comprador, con 939.000 sacos adquiridos en 2024, una diferencia que ilustra la brecha de capacidad de absorción.
El anuncio de que Pekín autorizó a 183 nuevas empresas brasileñas para exportar café al mercado chino fue recibido como una señal positiva en términos diplomáticos y comerciales, pero Cecafé subrayó que se trata de un paso inicial que “no implica ventas automáticas”. Las exportaciones efectivas dependen de negociaciones comerciales, acuerdos logísticos y del desarrollo de la demanda china, que aunque crece, aún está lejos de igualar la magnitud del consumo estadounidense.
En el mes de junio, por ejemplo, Estados Unidos importó 440.000 sacos de café brasileño, frente a apenas 56.000 sacos enviados a China. Según analistas, incluso con una expansión acelerada del consumo, China no podría absorber en el corto plazo la cantidad de café que dejará de ir a Estados Unidos debido a los aranceles.
El gobierno brasileño intenta aprovechar la coyuntura para estrechar lazos comerciales con China, su principal socio en otros sectores como la soja, el mineral de hierro y la carne bovina. Sin embargo, el café presenta un reto particular: se trata de un producto de consumo relativamente nuevo en el mercado chino, donde el té sigue siendo la bebida predominante. Aun así, el crecimiento de cadenas de cafeterías y el interés por cafés especiales ofrecen oportunidades a mediano plazo.
En paralelo, Brasil mantiene canales diplomáticos abiertos con Washington para buscar una reducción del arancel al 10 % para ciertos productos, tal como se propuso en abril. Mientras tanto, exportadores y autoridades consideran estrategias de mitigación que incluyen diversificar clientes en Asia y Oriente Medio, así como potenciar el consumo interno.
Para Cecafé, la crisis no es solo un desafío coyuntural, sino una oportunidad para repensar la estrategia de inserción internacional del café brasileño. “China es un socio estratégico, pero no un reemplazo inmediato”, advirtió un portavoz, reflejando la visión de que la relación comercial Brasil-China en café será de construcción gradual y no una solución de emergencia.
Nota principal:
Cafeteros de Brasil creen que China no supone alternativa para el mercado de EE. UU. – Portafolio
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