China realiza compras récord de soja argentina en plena diversificación comercial
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China ha elevado de manera significativa sus adquisiciones de soja argentina en las últimas semanas, alcanzando cifras inéditas y con proyecciones que podrían superar los 11 millones de toneladas, según estimaciones del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. Esto supone cuatro veces más que los volúmenes habituales enviados desde Argentina al mercado chino.
El aumento de la demanda responde a una estrategia de Pekín para reducir su dependencia de Estados Unidos en el suministro de insumos agrícolas clave, en un contexto marcado por la guerra comercial y los aranceles cruzados entre ambas potencias. Este escenario ha impulsado a China a buscar alternativas en otros productores, y Argentina se ha posicionado como un proveedor confiable y competitivo.
Uno de los factores que hacen atractivo el producto argentino es el precio. La harina de soja procedente de Argentina se cotiza en torno a los USD 350 por tonelada, mientras que en el mercado chino se ubica entre USD 418 y 420/t, lo que genera un diferencial que favorece las compras. Este margen de competitividad ha llevado a un aumento notable de los envíos de harina de soja, no solo del grano.
La empresa Bunge Global S.A. cerró recientemente un nuevo cargamento de harina de soja hacia China, consolidando el interés asiático por diversificar su abastecimiento más allá del grano. Sin embargo, expertos como Hanver Li, de Shanghai JC Intelligence, advierten que este auge podría ser coyuntural: “Si se alcanza un acuerdo comercial duradero con Estados Unidos, es probable que los flujos desde Argentina se reduzcan”.
La política de compras chinas también se ve influida por factores geopolíticos. El expresidente Donald Trump instó a Pekín a cuadruplicar sus compras de soja estadounidense como una forma de reducir el déficit comercial bilateral, lo que podría modificar el actual mapa de suministros si China cede ante la presión de Washington.
Para Argentina, este momento representa una oportunidad estratégica para consolidar su presencia en el mercado chino, diversificar destinos y captar ingresos adicionales en un contexto en el que la agroindustria es uno de los pilares fundamentales de la balanza comercial. Sin embargo, especialistas señalan que para mantener esta posición será clave invertir en logística portuaria, eficiencia productiva y estándares de calidad que aseguren la competitividad frente a otros exportadores.
Nota principal:
Perú afianza relaciones agropecuarias con China, Japón y Malasia – Andina
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